miércoles, 29 de junio de 2016

La influencia de la Luna

La Luna influye en el cuerpo y en las emociones. Las fases de la luna son:

Luna nuevaEs la fase propicia para gestar, sembrar la idea en el interior, la esperanza, el deseo o la iniciativa concreta. Es el momento ideal para la meditación y la introspección. Es el mejor tiempo para iniciar nuevos proyectos, para comenzar cualquier tipo de cura depurativa; es la indicada en la agricultura para arar, podar, efectuar injertos, eliminar las hierbas parásitas o aplicar un tratamiento a una planta enferma.
Cuarto creciente: A medida que la luna va creciendo en luz, el organismo está más predispuesto a crecer y expandirse. Es el período de la acción. En esta fase aquello que se ha sembrado está en desarrollo, toma impulso, se multiplica.
Luna llenaEs la fase de culminación y expresión. Los procesos se hallan en su máxima expresión. Inquieta los ánimos, desata las emociones y el organismo tiende a alterarse con más facilidad.
Cuarto menguanteLas fuerzas y las energías se vuelcan hacia el interior, un tiempo de disminución, es la oportunidad para la reflexión y la introspección,.En esta fase la luna decrece en luz, influye en el cuerpo con la tendencia a desprenderse de todo lo que sobre: se facilita la eliminación de líquidos, grasas y toxinas, es buen periodo para comenzar una dieta de adelgazamiento o una cura de desintoxicación.
Despues vuelve a iniciarse el ciclo, las fases menguantes continúan aumentando hasta que una semana más tarde la Luna se encuentra nuevamente en la fase de Luna nueva.

martes, 21 de junio de 2016

Significado de Libre albedrío

Por libre albedrío se entiende la capacidad de optar entre distintas alternativas que se nos ofrecen o crear otras nuevas. Nadie ni ninguna ley de la naturaleza puede torcer en principio nuestra voluntad. Nos consideramos capacitados para tomar decisiones. Por ello, va estrechamente vinculado al concepto de responsabilidad (moral, civil, penal, etcétera).

El libre albedrío es la potestad que el ser humano tiene de obrar según considere y elija. Esto significa que las personas tienen naturalmente libertad para tomar sus propias decisiones, sin estar sujetos a presiones, necesidades o limitaciones, o a una predeterminación divina.

El libre albedrío significa, en suma, que el ser humano tiene libertad tanto para hacer el bien como para hacer el mal. Y esto, desde luego, tiene sus implicaciones éticas y morales, pues el individuo que actúa según su libre albedrío es también responsable de sus acciones, tanto si cuentan como aciertos o como sus errores.

De allí que el libre albedrío se extienda a otros ámbitos de la vida del ser humano, como la religión, la filosofía o el derecho.

Libre albedrío en la Biblia
Según la Biblia, Dios dio al hombre la facultad para obrar según desee, independientemente de si sus decisiones son buenas o malas. En este sentido, abundan pasajes bíblicos que apuntan a la libertad de los hombres para elegir el camino que han de tomar: si el correcto, que es —desde el punto de vista de la doctrina cristiana— el de Dios, o el incorrecto, que significa desviarse de Dios. De allí esta afirmación hallada en Josué: “Escoged hoy vosotros a quien servir” (XXIV: 15).

Libre albedrío en Filosofía
San Agustín de Hipona sostenía que el libre el libre albedrío supone la posibilidad que tiene el hombre de elegir entre el bien y el mal. En este sentido, es un concepto aplicado a la libertad del ser humano para obrar bien o mal. No obstante, él distingue que lo que se considera como libre albedrío es el buen uso de esta libertad.

Por otro lado, según el determinismo, toda conducta o elección humana tiene su raíz en una causa, de modo que nuestras decisiones estarían determinadas indefinidamente por todas las causas que las preexisten, lo cual significaría que no hay elección posible y que el libre albedrío en realidad no existe. No obstante, también existe la postura opuesta, esgrimida por los liberales, quienes no reconocen la tesis de los deterministas y, por lo tanto, afirman que el libre albedrío sí existe.

Libre albedrío en Derecho
Según el Derecho Penal, el libre albedrío sirve de fundamento legal para el castigo de los delincuentes. Esto significa que si un individuo, al cometer un delito, ha tenido la libertad para decidir hacer el mal, entonces también ha elegido o aceptado, en consecuencia, la pena o castigo aplicado para dicho delito. Esto, desde luego, en caso de verse frustrada la impunidad.